Nací en la CDMX el 28 de Noviembre de 1990 aunque la realidad es que jamás viví allá. Soy orgullosamente provinciana en Querétaro desde siempre. A pesar de haber tenido una educación muy conservadora, la vida con sus vueltas, me ayudó a forjar desde chica un carácter fuerte, una mente abierta y un sentido del humor maravilloso para lidiar con la adversidad.
Estudié Ciencias de la Comunicación y siempre supe de alguna forma que terminaría hablando en público. Mientras muchas niñas chiquitas jugaban a ser actrices o cantantes famosas, yo me imaginaba dando conferencias o conduciendo un programa de entrevistas.
Siempre fui una niña inquieta, con una voz fuerte y algo que decir.
Con un poco de suerte y mucho juego del destino, terminé trabajando como locutora de radio, y fue gracias a los micrófonos que descubrí mi pasión para comunicar.
Siempre he tenido un alma altruista y me apasiona ayudar a los demás. Mi mamá siempre nos enseñó desde chicas a que cada vez que la vida te da algo bueno, debemos darle a alguien más la mitad para seguir recibiendo. Cuando fué el temblor del 2017, llenamos con mucho apoyo de la comunidad, un camión de 10 toneladas de víveres y despensas. Mi mamá y yo condujimos en mi coche 12 horas para adentrarnos en las zonas más afectadas de las comunidades de Puebla mientras un par de amigos conducían el camión. Me he involucrado en varios movimientos sociales y me gusta siempre sumarme a causas que dejen una huella positiva en el mundo.
Como muchas, crecí pensando que mi cuerpo estaba mal y que eso me restaba valor como persona y como mujer. Acepté migajas de amor y me maltrate muchos años, castigandome por no verme como pensaba que tenía que verme. Después de varias caídas y levantadas descubrí la magia del amor propio a través de estudios en Inteligencia Emocional y terapia.
Poco a poco decidí compartir este mensaje de belleza en todas las tallas y normalizar los cuerpos en diferentes plataformas de redes. Con mi hermana, quien además es mi mejor amiga y socia, creamos XtraLindas, un espacio para que mujeres reales compartan su historia y eliminemos los prejuicios acerca del cuerpo.
A pesar de saber que el exponer mis miedos en redes sociales no siempre es cómodo para mi o para los demás, jamás dejaré que las críticas detengan esta campaña de empoderamiento que se ha convertido en mi misión de vida.
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